Comentarios a la lectura Lc. 23, 35-43:
Jesús mantiene su proyecto de acogida incondicional a un ladrón. Este hombre, a quien la tradición ha llamado Dimas, proclama desde lo alto de la cruz que Jesús es el Siervo de Yahvé a quien debe mirar la humanidad. Jesucristo rey muestra, una vez más, que el juicio de Dios es la misericordia, y le da entrada al paraíso.
Con frecuencia, nos acercamos a Jesús rodeándolo de grandeza. Él responde con la sencillez y la humanidad. Nos empeñamos en encumbrarlo, y él acepta subir... ¡hasta la cruz! Lo queremos coronado de gloria, y él se presenta coronado... ¡de espinas! Ansiamos una religión del poder, y Él insiste en una religión... ¡de servicio!.