El pasado 30 de Mayo, tras la función principal a nuestro Cotitular San Fernando, tuvo lugar la presentación del Cartel que anunciará la procesión del Corpus Christi por las calles de la feligresía. A continuacion la presentación de la Cartelista donde se hace una pequeña reseña del cuadro, junto los sentimientos de la artista que la inspiraron a la obra.
La autora elegida este año para realizar el cuadro conmemorativo
de la fiesta litúrgica del Corpus-Cristi de nuestro barrio es María de los Ángeles
López Escolar. Nacida en Sevilla, en el seno de una gran familia numerosa, está
diplomada en Magisterio por la Universidad de Sevilla. Entre sus aficiones, se
encuentra su amor por las artes, en especial la pintura, lo que la ha llevado a
formarse con distinto profesores.
Actualmente, está ampliando sus conocimientos
artísticos en el taller del afamado pintor, Almunia de Miguel. Entre sus obras,
destaca, el cartel anunciador de las fiestas patronales del Ayuntamiento de
Benacazón. Ha realizado varias exposiciones de pintura, estando la última organizada por el Ateneo de
Castilleja de la Cuesta, con el nombre de “Arte Sacro”.
En este cuadro, Ángeles, ha querido realizar un homenaje a su
familia, en especial, a sus padres y abuelos, de los que ha heredado lo mejor
de cada uno. De su padre, el tesón por el trabajo, de su madre, la lucha
continua por la familia, de su abuela, la dulzura y de su abuelo, la faceta
artística.
Su inspiración le lleva a un retablo cerámico que realizó su
abuelo. Este se encuentra en el compas del antiguo convento de la Paz, actual
sede de la hermandad penitencial de la Sagrada Mortaja. En el tono elegido, Ángeles
ha querido también plasmar el color característico de su abuelo, que no es otro
que el denominado “azul Montalván”. Sus
abuelos, quedan plasmados, en los dos cirios que aparecen y que nos iluminan
desde el cielo con su luz, sus padres como sendas espigas de trigo, como lo
esencial de la tierra y el resto de la familia queda unida en forma de un gran
racimo de uvas. En el centro del cuadro, como no podía ser de otra manera, aparece
la custodia de la parroquia, dándole así el protagonismo necesario e
indiscutible que tiene.
